Dos interpretaciones contemporáneas de los cuadros ‘La Chiquita Piconera’ y ‘Diana’ rinden homenaje al también denominado pintor de la mujer española, y a su particular universo, lleno de misterio, alma y sensualidad.
La sesión fotográfica se realizó en Bruselas bajo la dirección del fotógrafo Pascal Habousha, quien trabajó con la premisa de diluir las fronteras entre fotografía y pintura. Al igual que la anterior, la campaña ha corrido a cargo de la agencia alicantina Imaginarte.
Chiquita piconera
Ya ni recuerdo cómo son los claveles que le quería regalar a la mujer morena. Ya ni recuerdo cómo era amar a una mujer morena. Quizá sea como amar a una mujer, sin más.
Puede. Pero la mujer morena gravita de una forma tan diferente. Se diría que su mirar pesa. Se diría que sus cabellos negros se abren sobre ti y amenazan engullirte. Se diría que el pozo de sus ojos te atrae, y te hace desear la negra muerte.
La mujer morena. ¿Por qué tanta pena? ¿Por qué tal desolación? ¿Qué es eso que ningún afeite, que ningún encaje, que ningún satén puede ocultar, y que te hace tan atrozmente deseable?
Puede. Pero la mujer morena gravita de una forma tan diferente. Se diría que su mirar pesa. Se diría que sus cabellos negros se abren sobre ti y amenazan engullirte. Se diría que el pozo de sus ojos te atrae, y te hace desear la negra muerte.
La mujer morena. ¿Por qué tanta pena? ¿Por qué tal desolación? ¿Qué es eso que ningún afeite, que ningún encaje, que ningún satén puede ocultar, y que te hace tan atrozmente deseable?
No hay comentarios:
Publicar un comentario