El fotógrafo Martín H. Schreiber, en 1979, llamó a una agencia de modelos solicitando a una mujer que posara desnuda. La agencia envió a una muy joven. La enviada tenía 20 años y ganaba 30 dólares por sesión como modelo para clases de dibujo.
"Tenía veinte años y un cuerpo escultural", afirma el autor. Martín Schreiber era en aquellos años profesor en la Universidad de Nueva York y necesitaba una modelo para sus alumnos de dibujo.
El ex profesor la describe como una joven tímida e introvertida que no tenía a donde ir. Schreiber le ofreció su apartamento y compartieron piso durante varias semanas.
De aquella parte de la historia de Madonna han quedado una docena de fotos que ahora se muestran a pocos kilómetros de Londres. Cada foto está a la venta por 5 mil dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario