EL RETORNO DE AFRODITA

Durante siglos y debido al triunfo de los credos monoteístas y masculinistas, la religión de la antiquísima divinidad femenina desapareció de la consciencia de la humanidad. Sin embargo y tal como lo anotó S. Freud, lo reprimido retorna. Así, gracias a los trabajos de numerosos autores y estudiosos de la arqueología, la mitología, la historia de las religiones, el simbolismo, el psicoanálisis de C.G. Jung y otras disciplinas, en el siglo XX asistimos al renacimiento de las antiguas deidades femeninas en la conciencia humana, como arquetipos del inconsciente colectivo que anhelan la conscienciación. En un mundo de sexualidad desacralizada y convertida en pornografía de consumo masivo, es probable que este redescubrimiento de la sacralidad del amor, de la belleza y de la sexualidad se extienda cada vez más en la humanidad actual. De este modo, Afrodita podría convertirse en nuestra Diosa.
 

Bouguereau, Adolphe William, 1879


Nacimiento de Afrodita. Trono Ludovisi, ca. 470- 460 a.C. Museo Nacional Romano. Roma.


Afrodita, Diosa del amor y de la belleza, es una de las creaciones sublimes del genio griego. El origen de Afrodita es complejo y parece ser el resultado de una mezcla de leyendas y mitos de Oriente. La leyendas orientales, en particular las fenicias, se mezclaron con las griegas para dar las diversas versiones del mito de Afrodita.

En la Teogonía, Hesíodo ha preservado la versión más antigua: Afrodita nació de la espuma(afros) del semen de los genitales de Urano, tirados al mar al ser castrado por su hijo Cronos. De hecho, desde un comienzo, Afrodita fue adorada como una diosa del mar, y su culto estuvo muy relacionado con puertos y costas del Mediterráneo.

Aunque es de origen oriental( Ishtar de los acadios e Inana de los sumerios), el culto de Afrodita surgió en Chipre, de donde pasó a Grecia. Los principales centros de adoración estuvieron en Pafos, Chipre, y en la isla de Citera. En Grecia continental, Corinto era el centro más importante de su religión, con su templo en la Acrocorinto, muy famoso en la antigüedad y atendido por la hetairas(sacerdotisas) y las hieródulas(esclavas sagradas) de Afrodita.

Los símbolos de Afrodita eran el cisne, el delfín, la paloma, la granada, el loto, la manzana, el loto, el mirto, la rosa y las conchas marinas.

Las Afrodisias eran las fiestas en honor de la diosa, siendo las más afamadas las de Pafos, donde existió el templo más antiguo. Se llevaban a cabo en primavera e incluían concursos artísticos y competencias deportivas. En bosques y jardines se festejaba a la diosa y se le ofrecían flores, incienso y sacrificios incruentos. Las mujeres lavaban en el mar la imagen de Afrodita y tomaban un baño ritual como preparativo a las solemnidades de la noche.

El templo de Pafos estaba compuesto de varios patios que rodeaban la capilla central que contenía un cono de piedra, símbolo de la diosa, entre dos candelabros.









Venus y Vulcano. Giovanni Battista Tiepolo. John G. Johnson Collection, Philadelphia.


Aunque tiene otras connotaciones, Afrodita fue venerada como diosa del amor, de la belleza y de la unión sexual, ese impulso irresistible al que quedan sometidos todos los seres vivos, animales, humanos y dioses. Es tal el poder de Afrodita que ni el mismo Zeus se le puede resistir, dando lugar a la unión del padre de los dioses con numerosas amantes divinas y humanas.

Llegó a ser tanta la fama de Afrodita que varias ciudades de la antigüedad fueron consagradas a la diosa con el nombre de Afrodisias, algunas de las cuales han sido excavadas por los arqueólogos, en particular Afrodisias de Caria(Turquía), estudiada por Kenan Erim.

No hay comentarios:

Publicar un comentario