JUDITH Y HOLOFERNES: EROS Y LIBERACIÓN

Judit (יהודית, "La judía") es un libro bíblico del Antiguo Testamento, protagonizado
por la heroína del mismo nombre. Ubicado entre los libros d Tobit y Esther en la Biblia,
es considerado no canónico por las versiones protestantes y no se le encuentra en ellas.
Más importante, no es parte del canon religioso.

 
Judith y Holofernes. 1800. Josep Bernat Flaugier, (1757-1813)


Concentrado en el aspecto religioso de la lucha de Judit y en el papel que cumple Dios 
en la victoria israelita, el autor se despreocupa de las precisiones históricas. Es también 
muy posible que haya acumulado deliberadamente inexactitudes, a fin de despegar el
episodio narrado de un contexto histórico preciso y convertirlo en una pieza intemporal 
y más abstracta. Esta deliberada falta de preocupación sobre el contexto se evidencia 
ya en el mero comienzo de Judit: "El año duodécimo del reinado de Nabucodonosor,  
que reinó sobre los asirios  en la gran ciudad d Nínive... " (Jdt 1:1). Nabucodonosor 
no fue rey de los asirios sino de sus enemigos los caldeos, y no reinó en Nínive sino en
Babilonia. Nínive no existía ya en tiempos de Nabucodonosor, puesto que había sido 
destruida por su padre, Nabopolassar de Babilonia.
El autor intenta probar, por encima de todo, la intervención de Dios en la liberación de 
Betulia. Dicho de otra forma, todo el libro se refiere al modo en que Dios puede utilizar
un instrumento humano (Judit en este caso) para obtener el resultado perseguido.
El Libro de Judit está impregnado de legalidad y patriotismo, y, concentrando su 
atención en el drama religioso que allí se desarrolla.
En la acción tenemos a Judith que era la viuda de Manasés, quien había muerto por 
causa de una insolación. Ella pide a los ancianos de su pueblo rogar al Señor Dios 
con lágrimas en los ojos, “para que según su voluntad” se apiade de su pueblo, pues 
ellos no abandonaron a su Dios ni adoraron dioses extranjeros. Luego ella va al 
campamento de los asirios y se presenta ante Holofernes, quien queda asombrado 
de su belleza y maravillado de su sabiduría. Y se quedó en el campamento asirio,
pero con permiso del rey la dejaban salir y entrar a él, para adorar a su Dios como 
ella quisiese. De modo que por las noches iba al valle de Betulia, para lavarse 
en una fuente de agua, y oraba al Señor, Dios de Israel, para enderezar su camino,
a fin de liberar a su pueblo, y allí en el pabellón permanecía purificada.
Luego vino el banquete que celebra Holofernes, con el fin de que Judit cohabitara 
con él. Ella finge aceptar y realizar el acto como él guste y mejor le parezca. Holofernes 
muy alegre debido a que ella cede a sus caprichos bebió vino sin medida, más de lo 
que nunca es su vida había tomado.
Seguidamente fue decapitado por ella y al conocer el pueblo asirio este acontecimiento
se llenó de pánico y huyeron y así se realiza la liberación del pueblo Israelita.
Incuestionablemente, este relato está cargado de poderosos signos de salvación, 
pues trata de la Eliminación del Ego animal y de la Transmutación Sexual. 
Sólo tocaremos los símbolos más sobresalientes ya que hay en él otros más esotéricos.
Holofernes en sí es el “Yo” de la Lujuria, que es el comandante de los asirios, que en
el relato representan los muchísimos “Yo es” que llevamos en nuestro interior; pero el rey
de ellos es la lascivia, que constituye en sí mismo el padre del Ego animal. Lo que hace 
Judith con Holofernes, nos habla de la Decapitación Budista, que es la máxima clave del
Trabajo Interior que debemos saber interpretar; así y sólo así debemos proceder con el 
Ego animal, que llevamos en nuestro interior: Decapitarlo. Los dioses extranjeros son 
esas bestias inhumanas que llevamos en la mente: la pluralidad del Ego.
El campamento de los asirios es la mente del ser humano que es cueva de ladrones
y de asesinos. Judit se despojó de los “los vestidos de viuda”, representan los 
“Cuerpos lunares” que las gentes comunes y corrientes llevan, son vehículos de dolor,
y luego se ciñe con el “Vestido de fiesta”, que son los “Cuerpos Solares”, llamados 
en el Crístico Evangelio el “Traje de Bodas”, resultado de la transmutación de la Líbido 
en energía creadora, como dice el relato: “porque toda esta compostura
no provenía de lasciva pasión sino de virtud”. La bota de vino es la energía sexual. 
El trigo es la simiente humana. La oración representa el refinamiento del Sacramento
de Roma; Roma a la inversa es Amor; y San Agustín dijo: “Haced del coito una oración”.
El banquete simboliza la cópula; el Banquete Pascual es la unión sexual de la pareja sin 
eyacular jamás el “Ens Seminis”. Vagao, el Eunuco, es el mal ladrón Caco, que se roba 
la fuerza sexual, la extrae para fortalecer malignamente el Ego.. La “fuente de agua”
donde ella se purifica es el “Ens Seminis”, y ésta se encuentra en el Valle de Betulia, 
que es el sexo, y se debe practicar la Suprasexualidad sólo en la noche, como explica 
el relato. El pueblo de Israel son las diferentes partes autónomas y auto-conscientes 
del Ser. Judith es el Iniciado, la Sabiduría o Pistis Sophía.

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